Serra d’Irta

La disposición en paralelo al mar de los sistemas montañosos litorales del

norte de la provincia de Castellón construye una serie de alineaciones montañosas que son la continuidad de estructuras de relieves mayores, siendo confluencia del Sistema Costero Catalán con el Sistema Ibérico.

Los paisajes resultantes en el sector castellonense es una alternancia entre alineaciones montañosas y depresiones en las que se asientan la mayoría de poblaciones. En esa secuencia, la Serra d’Irta es la primera estructura que se levanta pegada al mar a partir de la que se irán sucediendo y alternando hacia el oeste el resto de componentes generales del paisaje: valles y montañas.

Sus pequeñas dimensiones y su vertiente marítima la convierten en un ejemplo de organización de distintos elementos paisajísticos entre los que destacan sus partes más abruptas (un espacio natural poco intervenido); los marjales, en los llanos de sus dos extremos norte y sur; la notable asociación entre la geología, el clima y la geomorfología reciente con ejemplos de costas recortadas, formación de calas y abanicos aluviales en los drenajes de los barrancos; la ocupación turística del litoral y laderas con fachada marítima, y el asentamiento histórico de Peñíscola, sobre un islote conectado al continente por un tómbolo (cordón de arena que lo une a la costa) perfectamente visible hoy en día.

Con el de la Serra d’Irta se cierra el primer semestre de itinerarios. Para evitar el rigor del calor veraniego, está organizado como una salida de montaña y playa, en la que circundaremos todo el macizo principalmente en automóvil, para acabar en Peñíscola y disfrutar de un buen baño, en su playa más cercana o en alguna de las calas próximas y accesibles.