Muchas de las ciudades intermedias de la Comunidad Valenciana tienen un pasado histórico que, a lo largo de los años y siglos, ha ido produciendo paisajes urbanos contrastados. Si bien participan de una historia común, también presentan características propias, fruto de un pasado y significado histórico de la ciudad muy distinto. Consiguientemente, las ciudades de pequeño tamaño (Segorbe, La Vall d’Uxó, Elda, etc.) representan la dinámica urbana hasta momentos recientes a escala pequeña, de manera que facilita la comprensión del desarrollo y combinación de los paisajes urbanos, desde su fundación hasta el presente.
Xàtiva es un ejemplo notable de esa construcción de paisaje urbano, propio y circundante, que se va acumulando a lo largo del tiempo y que pervive, adaptándose a las nuevas exigencias, a la vez que, uniéndose a nuevas zonas de expansión para, finalmente, conformar una estructura compuesta por distintas formar de hacer ciudad. En ella se advierte, desde el espacio reducido de los primeros asentamientos históricos, la construcción del núcleo urbano inicial y parte de su recinto amurallado, distintas ampliaciones recientes hasta la relación con su entorno de pequeños pueblos como capital comarcal presente y ciudad de influencia histórica.
El itinerario se ha planteado, bajo la misma estructura temática, en dos modalidades: a pie y en bicicleta, ambas de dificultad baja. El diseño para los que caminan (unos 10 km) integra la ciudad de Xàtiva en su totalidad, desde el Castillo hasta las nuevas zonas urbanas, y continúa por sus cercanías hasta los asentamientos de Vallés y La Granja de la Costera. La modalidad en bicicleta amplía, durante unos 35 km, el itinerario anterior por el entorno de Xàtiva por un mayor número de pueblos.