La Cartuja de Vall de Crist se construye a finales del Siglo XIV en el término municipal de Altura. Su localización permitió que de inmediato tuviera una gran presencia en su entorno. No fue únicamente un lugar dedicado al retiro de los monjes y a la vida espiritual y religiosa.
Como muchos otros centros religiosos de la época, tuvo y mantuvo a lo largo de los siglos un gran poder social, político y económico, además del propio de la fe. Poder social y económico que, en el caso de la Cartuja de Vall de Crist fue favorecido al estar enclavada en un lugar fértil, con abundancia de agua e idóneo para el paso de la ganadería y la fabricación de artesanías relacionados con los trabajos del campo y, también, con la producción de alimentos y tejidos.
A principios del S. XVII se inicia un largo período en el que paulatinamente la Cartuja va perdiendo su antiguo esplendor, hasta que finalmente es abandonada a finales del S. XIX. Hoy en día sólo quedan algunos vestigios de aquellos tiempos florecientes, pero son suficientes para comprender su influencia en el paisaje cercano de los términos de Altura y Segorbe.
El itinerario propuesto, de aproximadamente 12 km y dificultad baja, realiza un recorrido por la historia de la Cartuja de Vall de Crist desde su primer edificio fundacional, hasta las huellas actuales diseminadas por el campo. Para ello se relacionan las construcciones que todavía quedan como el batán del trapo, o la Masía de San Juan, con su entorno paisajístico, dominado hoy en día por un sistema de regadío que recuerda en cierta medida los tiempos pasados de la Cartuja.