La tradición de cultivos comerciales en la Comunidad Valenciana es histórica, habiendo producido algunos paisajes característicos como los viñedos del Marquesat de Denia -para uvas pasas del Comtat-, el cáñamo para cordelería de las Plana de Castellón, los algarrobos de la Vall de Uxó y los antiguos morerales de la Ribera. Cuando las crisis impiden la viabilidad económica de esas explotaciones se produce un proceso de cambio hacia distintas alternativas que garanticen mejores economías, como el turismo, o la introducción de nuevos cultivos más rentables, como el naranjo, que sustituye al antiguo cultivo de la seda, la morera.
El proceso expansivo del naranjo es reciente, se dio fundamentalmente en el S. XX, pero ha dejado, sobre todo en su foco originario, entre Carcaixent y Alzira, un paisaje singular, que va acompañado por un riquísimo patrimonio cultural todavía patente en el territorio. El parcelario, los huertos, casas, lindes, caminos, mecanización y estilos arquitectónicos que mezclan vistosidad y funcionalidad son las características más singulares de ese paisaje que, aunque dominado por el cultivo, no deja de ser singular, de gran relevancia para entender la historia más reciente de nuestra comunidad autónoma.
El itinerario propuesto, de dificultad fácil, muestra, a lo largo de aproximadamente 12 km, las características más singulares del paisaje de la penúltima expansión agraria que ha acaecido en nuestras tierras, a la par que nos permite ir reconociendo las principales singularidades de los huertos de naranjos y los mecanismos para su cultivo y explotación desarrollados a lo largo de ese breve siglo de implantación.