Los paisajes de montaña suelen ser una mezcla de espacios naturales y agrícolas formando mosaicos con parches de dimensiones desiguales, entre los que se encuentran enclaves de población, mayoritariamente fundados en épocas en las que el contacto del hombre con el medio era más estrecho y dependiente.
Los paisajes de montaña de la Comunidad Valenciana mantienen dicha estructura. En la actualidad tales paisajes sufren una serie de amenazas como el despoblamiento, la pérdida de valor de la economía agrícola, la gestión y presiones externas de los montes. Presiones que llevan a situaciones extremas como pueden ser los incendios forestales. Tal es el caso de los ocurridos en la provincia de Valencia el verano del año pasado. Sin embargo, el viaje del fuego, pese a su devastador efecto, pone de manifiesto la relación entre los distintos paisajes, las características actuales (pre y post incendio) de la gestión de los montes y la dinámica a corto, medio y largo plazo de los paisajes como elementos vivos y supervivientes.
El itinerario por la zona de Andilla-Alcublas, incendiada a finales de junio de 2012, es un ejemplo de dicho dinamismo. Dividido en tres sectores, permite ir recorriendo, desde la aldea de Canales, las características de la relación entre los asentamientos de población, la agricultura y las zonas de monte. En el sector incendiado veremos los procesos que en él se desencadenan por la gestión post-incendio como por la dinámica natural de las laderas. El itinerario se ha diseñado en dos modalidades, caminando (dificultad baja) y en bicicleta (dificultad media, en su último tramo de subida). Ambas presentan el mismo contenido temático.
