Cuando se ha necesitado tierra para cultivar en lugares empinados, cuando las sociedades han ido creciendo y se han visto obligadas a producir más alimentos, cuando esas tierras que se necesitaban estaban en zonas montañosas y muy empinadas, entonces se construían bancales, que se encaraman por las laderas ocupando hasta los lugares más insospechados e inhóspitos.
El paisaje de los bancales se encuentra por todas partes: en el Lejano Oriente, en Sudamérica, por toda Europa, pero característica y signo de identidad de todas las tierras del Mediterráneo. Asociado a ellos se encuentra un rico patrimonio cultural cuya principal expresión son las construcciones de piedra en seco, que van desde los mismos muros que permitan levantar el bancal hasta la construcción de accesos entre campos y las casetas y refugios diseminados entre las propiedades.
En la Sierra de Espadán se encuentran ejemplos singulares de tales sistemas agrícolas cuyos orígenes se remontan a varios siglos de antigüedad, siendo una de las zonas más características de la Sierra la que se encuentra en las inmediaciones de Algimia de Almonacid, los bancales asentados en las laderas vertientes a la Rambla del Baladrar.
El itinerario propuesto atravies todo ese sistema levantado en las cercanías de Algimia. A lo largo de los aproximadamente 10 kilómetros de recorrido (mayoritariamente de dificultad fácil con algún pequeño tramo empinado) se podrá ver las características y formas de los bancales, los cultivos dominantes, las edificaciones asociadas necesarias para su cultivo y mantenimiento y las amenazas que en la actualidad ponen en peligro su conservación.