El llano de Gandía forma parte del gran conjunto que se extiende desde el cabo de Cullera hasta la sierra de Segària, pasado el humedal de Pego. En él encontramos una síntesis de los principales paisajes que dominan las tierras del litoral valenciano: desde la montaña prelitoral hasta los sistemas de dunas de la costa.
Son varias las características que hacen de esta zona esa especie de catálogo sintético de paisajes, sin embargo, en su organización territorial es fácil ordenarlos desde el interior abrupto hasta la costa, pues a lo largo de pocos kilómetros en línea recta encontraremos esa diversidad en la que destaca el borde continental montañoso formado por las pequeñas sierras de la Safor, de Gallinera y de la Mostalla; el corredor de comunicaciones de Valencia-Alicante; el sector de transformaciones agrícolas con un monocultivo de cítricos dominante; las poblaciones diseminadas por el llano (Potries, l’Alqueria de la Comtessa, Piles, etc.); la zona de transición con un variado mosaico de cultivos en regadío; los espacios residuales de la antigua marjal, hoy en día también cultivados; el cordón dunar y la línea de playa, que es atravesada de tramo en tramo por las derramas de canales y acequias del regadío.
El itinerario, de aproximadamente 8 kilómetros de extensión y dificultad fácil, está diseñado de manera que, a lo largo de los distintos puntos de observación establecidos, puedan contemplarse todos los ambientes que conforman la estructura paisajística del llano litoral entre Gandía y Oliva, desde la ermita de Sant Miquel en la Muntanya del Rabat en Rafelcofer hasta la playa y dunas del Clotal.