Se dice que el de Tibi es el embalse en activo más antiguo de Europa. En realidad no es un ejemplar aislado, pues junto a un conjunto de obras similares que se construyeron en la provincia de Alicante (Presas de Relleu, Elche y Elda, a las que hay que incluir la de Almansa en Albacete) pueden considerarse joyas de la ingeniería de los siglos XVI-XVII.
El pantano de Tibi presenta un conjunto de singularidades que lo convierten en un ejemplo de patrimonio cultural y paisajístico: cualquier infraestructura de este tipo está condicionada por las características de su entorno y, además, incide en la estructura paisajística de áreas externas; en el caso de Tibi, en la consolidación de los sistemas de regadío de la huerta de Alicante.
Su localización está determinada por las condiciones paisajísticas y, sobre todo, aquéllas del relieve que permiten un menor esfuerzo para la obra. El pantano se construyó en el lecho del río Montnegre, una rambla mediterránea cuyo caudal es muy irregular y en cuya cuenca llueve poco, pero en ocasiones muy torrencialmente. Para facilitar la obra se aprovechó el estrechamiento del río en una cresta entre la Serra de los Ventós y la Serra Grossa, un macizo rocoso que ha sido levantado por el empuje de margas de variados colores.
El itinerario propuesto, de dificultad media-baja y unos 10 km de recorrido, se ha diseñado teniendo en cuenta, en primer lugar, las características paisajísticas del entorno del Pantano de Tibi y, en segundo, las propias de un obra patrimonial que no sólo se limita al levantamiento de la presa, sino también al conjunto de elementos (casas, caminos, puentes) que hicieron posible su construcción y posterior mantenimiento.