Xixona se encuentra en una hondonada excavada por el Barranc de les Salines. La geología del lugar ha facilitado el trabajo de los barrancos que nacen en los montañas cercanas creando, por medio de la excavación de los materiales arcillosos, un paisaje que se caracteriza por una topografía muy abrupta, conformando con el tiempo una especie de gran circo natural sobre el que se han ido construyendo los paisajes tradicionales de cultivos de secano.
De estos cultivos, es el almendro el principal motor de la industria artesanal del turrón que aparece en el municipio desde tiempos inmemoriales y el que la da su principal signo de identidad. En consecuencia, en Xixona, sobre un gran sistema natural, con alta predominancia geológica, se da un conjunto de paisajes tradicionales entre los que destacan (1) los sistemas de bancales en ladera construidos sobre materiales arcillosos de colores amarillentos, propios de ambientes semiáridos; (2) una intrincada red de barrancos que nacen en las montañas circundantes y (3) la población de Xixona que ha ido superponiendo fases de crecimiento histórico entre las que todavía se distingue el intrincado trazado urbano de origen musulmán y una pequeña expansión industrial relacionada con la fabricación de turrón, dulces y, también, helados.
El itinerario, de dificultad baja y a pie, se ha diseñado para que a lo largo de aproximadamente nueve kilómetros puedan apreciarse esas tres grandes unidades de paisaje. Al coincidir con la celebración de la feria del turrón, tras la comida en el Casino de Xixona, se podrán visitar los distintos puestos instalados en la calle mayor, además de un taller turronero. Que aproveche.