Progreso, Desarrollo o Pelotazo? Del Aeropuerto de Castellón al Prat de Cabanes

En la actualidad el desarrollo socioeconómico de gran parte del mundo se localiza sobre grandes ejes de comunicación y en zonas de fácil acceso como son los llanos litorales y las áreas metropolitanas. La globalización potencia, además, un tipo de cultura basada en el ocio de la población de las grandes zonas productivas, lejanas o cercanas.

Gran parte del desarrollo del litoral mediterráneo, sobre todo el español, se ha basado en la doble asociación del crecimiento urbano y la explotación del litoral como recurso turistico, cuyos principales atractivos son el sol, la playa y su relativo bajo precio. Sin embargo, ese concepto de progreso económico y social ha conducido a dos situaciones antagónicas. Por un lado, la preservación de la riqueza ambiental todavía existente en esos entornos de transición entre el mar y el continente, donde se localizan la mayoría de los humedales y, por otro, la ambición por una máxima y rápida explotación de esos atractivos turísticos, basada en la construcción masiva y el acercamiento a los potenciales usuarios por medio de la construcción de infraestructuras que faciliten su acceso, cercano o remoto.

Se trata de un modelo de crecimiento forjado en conceptos especulativos con fuerte arraigo en la «cultura del pelotazo», cuyo ejemplo actual más notable en la Comunidad Valenciana se puede encontrar en el llano litoral que se extiende entre Oropesa y el inicio de la Serra d’Irta: lugar en el que se ha formado uno de los humedales (protegidos) mejor conservados de la zona del levante peninsular, el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca.

El itinerario propuesto se inicia en el Aeropuerto de Castellon, de manera que se puedan identificar los distintos paisajes tanto naturales y semi-naturales (altos de la sierra litoral, secanos de montaña, nuevos cultivos de citricos, regadios tradicionales, zona húmeda y franja de playa) como intervenidos (distintos grados y tipos de urbanización). Se ha diseñado para que se pueda hacer en bicicleta (50 km) o a pie (10 km), en ambos casos la dificultad es baja.